¿Qué Es un Psicópata?
Algunas características
para tener en cuenta de las serias consecuencias que implican estar involucrada
una o algunas personas con un psicópata. Espero que estas síntesis de profesionales,
pueda resultar de ayuda para quienes asuman encontrarse frente a esta crítica situación
y recurran entonces a buscar la salida ante quien corresponda.
Aporte por: María Cristina Garay
Andrade
PERSONALIDADES PSICOPÁTICAS
(Síntesis de evaluaciones por algunos profesionales)
Dr. Hugo Marietán
Necesidades
distintas, códigos propios
Las acciones que realiza son, desde el
punto de vista del psicópata, totalmente ajustadas a su escala de valores, a su
criterio, por eso es que no tienen culpa. Si han tenido la oportunidad de estar
con psicópatas, saben que si se les dice que hicieron algo mal, que hay cosas
que no deben hacerse, les van a contestar "¿Y quién dice lo que está bien
hecho y lo que está mal hecho? ¿Qué es lo normal?".
Tienen
una forma particular de valoración. El psicópata tiene una escala de valoración
que no coincide, a veces, con la escala de valoración general. No porque el
psicópata desconozca la valoración general, es decir las leyes, no es un negado
cognitivo, sino que antepone su escala de valores con respecto a la de los
demás. Tal vez porque tiene necesidades distintas es que valora de diferente
manera. ¿Cómo entender sino la apetencia desmesurada de poder, las rarezas en
la sexualidad, la crueldad en el delito, la masacre innecesaria en el
homicidio? ¿Y qué, si no es una necesidad, hace repetir el mismo accionar?
Sólo se pueden matar "cosas"
Ahora, si se los adoctrina que ese compañero es un
asqueroso y repugnante terrorista, una basura que hay que destruir porque es un
peligro para nuestras familias y a nuestra patria, este hombre al cabo de
cierto entrenamiento, puede tomar un revólver y matar o torturar. ¿Por qué?
Porque ya dejó de ser un igual, pasó a ser una cosa peligrosa. Se puede matar a
una cosa, pero a una persona no.
La cosificación del otro está en forma innata en los
psicópatas y como ideología en muchos los sistemas políticos.
Manipulación y coerción
La cosificación permite explicar varias de las
acciones de los psicópatas. Vemos que son egocéntricos, manipuladores, utilizan
a los demás para conseguir sus propios objetivos.
Sólo se puede manipular a alguien si primero se
lo ha seducido, si se lo ha captado. Nadie puede manipular a alguien que no se
deje manipular. Nadie puede hacerle hacer algo que el otro no quiera hacer.
Aquí tendríamos que hacer una división virtual en cuanto a lo que uno
lógicamente quiere hacer y lo que irracionalmente
desea hacer. Desde el punto de vista de la lógica del individuo, de los
parámetros de las cosas que se deben
hacer, uno dice "yo no quería", "me vi obligado a hacer tal
cosa". Pero desde el punto de vista irracional, tal vez no sea así. Aquí
está una de las cosas nucleares de la psicopatía con relación a los otros. Yo
creo que el psicópata apunta a esto, puede o tiene la facilidad de captar
aquellas necesidades irracionales de los otros.
Mentiras
El psicópata suele mentir, pero hay que distinguir la mentira
banal de la mentira psicopática. El psicópata utiliza la mentira como una
herramienta de trabajo más, está tan acostumbrado a mentir que es difícil
captar cuando miente; son los que mienten mirando a los ojos y con una actitud
relajada. No es que el psicópata mienta circunstancialmente y ocasional o
esporádicamente para conseguir desligarse de alguna situación común o estándar.
Sabe que está mintiendo, pero no le importa, no tiene la resonancia o displacer
que uno siente cuando miente. Yo no lo llamaría mentira patológica. Nosotros le
damos mucha importancia a las palabras y si estamos frente a un mentiroso ¿cuál
es el valor de esas palabras? ¿Cuál es el grado de verdad de esas palabras?
Tiende a cero. Si utilizamos la sobrevaloración de las palabras, caemos
fácilmente en el circuito psicopático. Por eso no sirven las escalas de
autoevaluación, ni el interrogatorio o la anamnesis. El psicópata dice lo que conviene decir o lo que se espera que
conteste. El valor de lo que dice
el psicópata debe ser colocado entre paréntesis. Si ustedes quieren evaluar al
psicópata, lo importante es lo que hace. Evaluamos al psicópata a través de la
conducta, de la acción. El psicópata puede mentir con la palabra o con el
cuerpo cuando actúa o simula, y adapta la actuación a la persona que quiere
captar.
Basados en los trabajos de Cleckley, en 1976, Hare,
Hart y Harpur, han propuesto diez criterios para el trastorno de la
personalidad psicopática (1991) que son los siguientes:
1. Locuacidad y encanto superficial;
2. Autovaloración exageradamente alta/arrogancia;
3. Ausencia total de remordimiento;
4. Ausencia de empatía en las relaciones personales;
5. Manipulación ajena con recurso frecuente de
engaño;
6. Problemas de conducta en la infancia;
7. Conducta antisocial en la vida adulta;
8. Impulsividad;
9. Ausencia de autocontrol;
10. Irresponsabilidad.
Para hacer el diagnóstico de trastorno antisocial de
la personalidad, se requiere contar con 18 años como mínimo y presentar alteraciones
de conducta antes de los 15 años. Entre los factores más comunes de los
trastornos de conducta antes de los 15 años, se presenta fracaso escolar,
ausentismo, falsificación de notas, expulsión de la escuela, fugas de la casa,
comportamientos violentos, actos de vandalismo, crueldad con las personas y
animales, mentiras y robos reiterados, promiscuidad sexual precoz, contacto
temprano con el alcohol o drogas, etcétera. El denominador común de todos estos
factores es la transgresión de las normas de conducta en el hogar y frente a la
sociedad.
El complementario del psicópata
Cuando se está intrincado con un psicópata ¿cómo
salir y sobrevivir en el intento? La primera pregunta que hay que hacerse
frente al paciente que está en manos de un psicópata es cómo entró y por qué.
Yo tenía una paciente que era la ex esposa de un
profesional exitoso. Estaban separados, él vivía en Capital y ella en la zona
sur. Lo que se repetía en el patrón conductual era, con algunas variaciones, lo
siguiente: a las dos de la mañana ella lo llama a él y le dice "me tomé 6
frascos de Lexotanil y no hay nadie en casa, así que te digo adiós".
Entonces él iba raudamente hasta la zona sur, produciéndose una y otra vez los
mismos hechos. Este hombre subía al dormitorio (por supuesto que ella había
tomado la medicación), la agarraba de la ropa y tomándola del pelo (vivía en un
dúplex), la arrastraba por las escaleras. Llegaban al lavadero, le ponía el
dedo en la garganta y la hacía vomitar, todo esto a golpes. Luego la llevaba al
hospital de la zona y ahí le hacían el lavaje de estómago. Cuando llegaba a la
consulta, venía con anteojos oscuros, apabullada, al preguntarle por lo que
había pasado, me decía: "no, nada, tomé unas pastillitas y fulano me hizo
vomitar. Lo que pasa es que yo a veces lo provoco". Pero cuando se
mencionaba el hecho de violencia para ver si la paciente tenía alguna idea de
hacer una denuncia, ella lo minimizaba. Y lejos de mostrarse llorosa o
angustiada por lo que había pasado, estaba tranquila. Cuando hablaba con este
hombre, él me decía "y ¿qué quiere que haga, que la deje morir?, tengo que
hacerla vomitar y ella no quiere vomitar".
Yo la vi durante 6-7 meses. En 5 o 6 oportunidades
repitió lo mismo. A veces no iban al hospital, directamente lo solucionaba él.
¿Es esta una relación normal? Ni ella ni él podían desprenderse de éste
círculo. Estaban enganchados en este juego peligrosísimo. Y se repetía una y
otra vez. Una foto, como dice Bumke. Y después está la regla de oro del círculo
psicopática, cuando se le dice por qué no corta esto, entonces responden
"yo, doctor, con él estoy mal, pero sin él estoy peor", eso hace que
esto se perpetúe. "Si no está él me angustio y quiero que venga a
cualquier precio". Este sería un caso de psicopatías complementarias. Hay casos
en que la persona realiza una actitud complementaria con el psicópata y después
ese vínculo se deteriora y quiere zafar del psicópata.
Todo sistema se mantiene si hay un acuerdo tácito
entre los miembros de ese sistema. Psychopathy checklist reviset (PCL-R) Hare
1991 (para información de cómo usar esta escala y conseguir los materiales
necesarios, consultar en internet: www.hare.org)
O sea que cuando ustedes vean una mujer golpeada y
le pregunten cuánto hace que la golpea y diga hace 5 años, es que hay un
acuerdo tácito de violencia. Porque una persona la puede golpear una vez a su
pareja, pero no un año seguido...
Cuando el complementario tiene un enganche del 100%
con el psicópata, es muy poco lo que se puede hacer. Se puede actuar cuando hay
pocos anclajes. Es ahí cuando la persona que está con un psicópata consulta, si
no, no consulta. O bien lo hace por otras patologías. En los ajustes 100%, como
se da en algunas parafilias, nadie consulta. Se consulta cuando hay pocos
anclajes y el sufrimiento es bastante duro de soportar (el psicópata hace
sufrir). Si una persona tiene dos anclajes (por ejemplo sexual, que es uno de
los más firmes) consulta, ¿qué le dirían ustedes?, ¿cómo zafar de un psicópata?
Para un psicópata ¿qué son los complementarios? Son
objetos que le pertenecen por fuera de cualquier otra normativa legal, social,
o la que les parezca. Todo esto de acuerdo a sus códigos psicopáticos, no hacia
las leyes. No crean que se vayan a salvar porque van a un abogado, porque eso
no le importa al psicópata. Esa persona le pertenece y se acabó. Porque él así
lo considera.
Entonces el problema de separar al psicópata del
complementario es muy complejo. ¿Cómo convencer al paciente de que ponga distancia
y que no diga que primero quiere hablar con él? En primer lugar tenemos que
aumentar el alicaído Yo de esta
persona. Porque el psicópata socava la autoestima del otro, y al final el otro
cree que gracias al psicópata es alguien, porque si no ella es lo que es, una
basura.
Lo primero que hay que hacer es elevarle la
autoestima, fortalecer a la persona complementaria y en segundo lugar hacer
pedagogía, explicarle en qué consiste la personalidad de su pareja. Tienen que
ser creativos, fortalecerles la autoestima como puedan. Tienen un caso muy
particular y muy especial, y tal vez las normativas estándar de cómo
implementar técnicas psiquiátricas no sirven para nada o sirvan poco. Como
integrante del problema hay una persona con códigos propios, no pueden implementar
ustedes técnicas que den resultados para el común y menos aferrarse rígidamente
al libro de siempre.
Fortalecerle el yo, fortalecerla,
elevarle la autoestima.
Y luego sí, una vez que está logrado este objetivo,
que tenemos la docencia hecha, nos fijamos si alguna persona del entorno
familiar del complementario nos puede ayudar, alguien que sea una persona
significativa desde siempre. Ya se van a dar cuenta, cuando estén tratando
esto, que vamos a necesitar a un tercero que sirva de apoyo. Luego hay que
revisar la logística. La logística consiste en saber cuáles son las
factibilidades, con qué se cuenta para que esta mujer lleve adelante las
indicaciones que se le dan. De lo contrario se está fantaseando y generando
utopías.
El psiquiatra, dice Henry Ey, es un embajador de la
realidad. Se debe pensar de qué medios económicos se va a valer la mujer, si ha
vivido dependiendo del dinero del psicópata. A qué lugar va a ir, con quién va
a estar, quién va a cuidar a los hijos y todas esas cosas que desde el punto de
vista clásico, uno tendría que desentenderse como psiquiatra y sin embargo,
aquí son importantes, porque de eso dependerá el éxito de esta empresa.
Una vez que tenemos aumentada la autoestima, hecha
la pedagogía, la logística del entorno, recién ahí podemos instrumentar el
salto. O sea, imponer distancia con el psicópata. Esto debe ser hecho, de
acuerdo a mi experiencia, con total y absoluta dureza. Ustedes deben instruir a
la paciente que sea extremadamente dura y sin concepciones, sin ninguna
concepción de ningún tipo, porque él no la va a tener con ella.
El tipo de contacto que tiene que tener con el
psicópata desde ese momento en adelante, es cero. No debe, ni directa o
indirectamente, relacionarse con el psicópata. Miren de la dureza y de la
postura extrema que la que estoy hablando. ¿Por qué? Porque apenas
"B" aviste a "C", se reinicia el circuito y ahí, todo
vuelve atrás.
Esto, a veces, no se puede instrumentar la primera
vez porque la mujer quiere hablar, quiere explicarle, pero apenas el psicópata
la ve, tiene la posibilidad de hablar tres o cuatro palabras con la persona y
es suficiente, esto es una cosa de sugestión animal, la lógica queda muy atrás.
A: frente a los hijos ¿qué se hace?
M: Algunos psicópatas le tienen miedo a la policía.
Entonces lo primero que se le indica a la persona es que ante cualquier acto
agresivo haga la exposición a la policía y se lo haga saber al psicópata. Esto
puede volverlo agresivo, pero va a establecer cierto cuidado.
Es ahí donde va a funcionar el tema de los hijos.
Los hijos generalmente se dejan en la casa de la madre, el tipo los pasa a
buscar, los retira y luego los deja en la casa de la madre, manteniendo
contacto cero con el paciente.
Siempre con la amenaza de que cualquier cosa que
pase, se vuelve a hacer la denuncia. A veces hay que hacer dos o tres veces la
denuncia, y a veces la policía llama al psicópata, por algún extraño motivo
conversan con él y lo persuaden. He tratado casos en que venía la paciente
llorando y me decía que ella hizo la denuncia y él fue, y a los 15 minutos
estaban todos riéndose con él y lo soltaron. Y ella quedó como una idiota. A
veces el encanto es fuerte.
Esto no da siempre buen resultado, pero se puede intentar
cuando el enganche no es muy fuerte. Hay que utilizar antidepresivos y
ansiolíticos porque la angustia en el complementario, cuando está en este
periodo, es fuerte dado que la atracción es muy intensa, casi animal.
Sufre cuando está y se angustia cuando no está.
Uno tiene que trabajar mucho y hacer pedagogía. El
acoso del psicópata es de mucha presión. Entonces tenemos que tener un tercero
que proteja a esta persona, que le sirva de escudo, porque sola no puede
soportar el acoso por teléfono, personal, a cualquier hora; sale del trabajo y
está el psicópata ahí; quiere que el objeto vuelva a su pertenencia.
La responsabilidad legal del psicópata
Genovés, se plantea el interrogante ¿el psicópata es
responsable de sus actos? Y para ello establece tres pruebas para estimar el
grado de responsabilidad de una persona en sus acciones criminales:
1. No puede ser declarado a priori insano, si no es
con un peritaje previo. La regla principal es que un imputado está cuerdo hasta
que se demuestre lo contrario. Si nos basamos estrictamente en lo legal, los
psicópatas son responsables, ya que conocen perfectamente las normas, al igual
que todos los demás. En cambio si nos referimos a lo estrictamente moral, el
prejuicio se vuelve más ambiguo, porque el psicópata carece de apego emocional
y sentido de culpabilidad.
2. Impulso irresistible. Esta regla afirma que el
sujeto puede conocer la diferencia entre el bien y el mal, pero tener el
impulso irresistible de cometer el acto. Esto no es compartido por todos, ya
que algunos encuentran ambigüedad en la definición de irresistible al impulso.
Impulso implica espontaneidad (incapacidad para demorar la gratificación) y en
algunos casos el psicópata prepara cuidadosamente su crimen durante largo
tiempo antes de cometerlo.
3. Se propone que el sujeto no es responsable
criminalmente si su acción delictiva es producto de su enfermedad o su tara
mental.
En Estados Unidos, por ejemplo, en el modelo del
Código Penal de 1962, se expone que una persona no es responsable de una
conducta criminal, si en el momento de realizar tal conducta tiene disminuidas
sus capacidades fundamentales para ejercer la criminalidad por la conformidad de
su conducta con la ley, como resultado de un trastorno o tara mental.
O sea que hay tres posibilidades en teoría que la
ley ofrece en los tribunales mundiales y son las siguientes:
a) Responsabilidad
total: castiga a un individuo anormal del mismo modo que al normal;
b) Responsabilidad
atenuada: no hay solución plausible, ya que después de una corta
estancia en prisión encuentran mejores condiciones para volver a delinquir.
c) Exención
de responsabilidad: equipara al psicópata como un enajenado debiendo
ingresar a un hospital psiquiátrico. En Estados Unidos, el Tribunal Supremo
(sentencia de abril de 1988) dice que el concepto estadístico de considerar la
psicopatía como una desviación del comportamiento, tiende en la actualidad a
ser sustituido por una anomalía estructural de la personalidad y por ello como
auténtica enfermedad mental, tal y como la consideraba la Organización Mundial
de la Salud. Y en su virtud reduce la pena por homicidio en dos grados quedando
rebajada a cuatro años de prisión.
En Argentina
El hecho de no ser consideradas personas enfermas,
abre una polémica dentro del campo de la medicina legal.
La postura actual es no considerarlos personas
enfermas. En ocasiones ciertas conductas los ponen en contacto con el sistema
judicial (robos, violaciones, homicidios, etcétera). Pueden discernir y
entender la criminalidad de sus actos y dirigir sus acciones, en consecuencia
son responsables por lo que hacen.
No entrando en las condiciones de inimputabilidad
del artículo 34 del C. P. (no son enfermos) siendo, por lo tanto, punibles.
El doctor Vicente Cabello, médico legista argentino,
sustenta otra postura. Opina que ante toda psicopatía debe investigarse exhaustivamente
la posibilidad de una noxa cerebral. Considera que son personas enfermas, la
conducta que tienen no es porque sí, sino que es producto de su enfermedad, en
consecuencia, para esta escuela, son inimputables.
A modo de
conclusión
Consideraciones sobre la psicopatía
Los valores tienen su origen en las necesidades
sociales. La suma de experiencias individuales y del grupo va formando aquellos
sedimentos de patrones de conductas deseables que constituyen los valores.
Estos valores son transmitidos del entorno al individuo a través de la familia,
la escuela.
Conceptos externos al individuo son introyectados,
asimilados y luego pasan a ser parte del propio individuo. Pasan a convertirse
en "sus valores". Esto le permite tener una conducta ajustada y no
discordante con su entorno. Por supuesto que hay un rango de ajuste, y también
un rango de desajuste tolerado. Son aquellas pequeñas desviaciones a los
"valores bases". Es decir que en toda sociedad existe la posibilidad
de tolerancia a pequeñas desviaciones a las normas.
La comunidad, el hecho de pertenecer a un grupo,
significa para el individuo un resguardo, un sistema de seguridad. En ese
grupo, él va a tener un deber, una responsabilidad y deberá seguir un código. A
cambio de eso el grupo, a su vez, lo protege de circunstancias que pueden ser
riesgosas para un solo individuo. El deber, entonces, es la responsabilidad del
individuo frente el grupo, es un hecho extrínseco, objetivable; se sabe si tal
individuo cumplió o no con su deber, si ha sido responsable o no.
Luego están los principios personales, los códigos
propios de cada individuo, eso es interno y solamente él tiene en cuenta, para
sí mismo, si ha cumplido o no con sus principios. El código personal, los
propios principios, es absolutamente subjetivo. No cumplir con esos códigos
individuales genera culpa. Así en ocasiones, se puede faltar al deber, ser
irresponsable desde el punto de vista objetivo y desde el punto de vista de la
mirada del grupo hacia el individuo.
Pero, para él, si ese acto o esa acción que cometió
tiene una justificación personal, privada, coherente con su código personal, no
manifiesta para sí mismo culpa, no se siente culpable.
Existen, por un lado la ley, las normas, y por otro
lado las ambiciones del individuo. Las ambiciones individuales deben encajar o
seguir las reglas de juego, los códigos de la sociedad para conseguir un
equilibro adaptativo. Hay límites a la ambición. La sociedad tolera ciertos
errores, pero no la ostentación del error.
La sociedad tiene una limitación y un permiso que es
explícito y corresponde a las normativas, a las leyes. Luego hay un permiso
tácito, implícito, que no está escrito, que hace que se toleren algunas
desviaciones a la norma.
¿Por qué al psicópata no le importa sortear las
normas?
Porque sobredimensiona sus posibilidades, su ingenio
o su suerte por un optimismo ingenuo: "esta vez no me van a agarrar",
o "esto me va a salir bien", o por un costo - beneficio aceptado. Es
decir, por asumir un riesgo que puede tener una consecuencia grave, pero que el
resultado de esa acción vale el llevar adelante el riesgo. Ser optimista es
fantasear en una proyección virtual hacia el futuro con un resultado positivo.
El optimismo está relacionado con la ensoñación. Ésta es parte del trabajo
psíquico que consiste en utilizar la imaginación como campo de proyección de
posibles acciones a realizar.
El psicópata no transgrede las normas. Transgredir
es valorar (conocer y sentir) las normas y a pesar de ello sortearlas. El
psicópata ve a las normas como un obstáculo a sus ambiciones. La norma no le
genera el temor inhibitorio que a la mayoría de las personas. La norma tiene un
enunciado y un significado por sí (explícito) y por la amenaza (implícita) que
implica su no seguimiento. Es decir, en toda ley hay una amenaza, una apelación
a las consecuencias negativas que pueden ocurrirle al individuo de no
seguirlas. Subyace una prohibición, un daño a futuro para aquel que no la
cumpla.
Toda ley, toda norma, genera temor e implica la
posibilidad de castigo. La ley está hecha para domar, para doblegar y para
condicionar las conductas instintivas de los individuos y entornarlas con el
siguiente lema "Si quieres pertenecer a este grupo, estas son las reglas.
Si se cumplen las reglas estás dentro, si no las cumples estás fuera". El
psicópata tiene la particularidad de estar dentro del grupo y de sortear alguna
de sus normas pero no todas, de lo contrario sería desplazado del grupo.
¿Hasta cuándo sucede esto? Hasta que en algún
momento se extralimita fuertemente y es "descubierto y señalizado".
Un personaje poderoso, recientemente fallecido, seguía un concepto sobre el
poder. Él decía "el poder es tener impunidad, es hacer sin temer las
consecuencias".
El psicópata es siempre otro, no hace un insight , es decir, no hay un darse
cuenta. Él no es consciente de su propia psicopatía.
¿Es el psicópata un inmaduro que se quedó en la
etapa adolescente de su desarrollo? A veces, algunos psicópatas dependientes
parecen contestar sí a esta pregunta, o algún tipo de asunción de riesgo
"infantiloide" parece confirmar este punto.
Los psicópatas son refractarios a los estímulos,
tanto a los estímulos negativos (castigos, penas, contra argumentaciones a la
acción en apelación a las normas), como también, y esto es poco notado, son
refractarios a los estímulos positivos (cariños, recompensas, suavización de
las penas, apelaciones a lo afectivo). El psicópata no modifica su conducta por
ninguno de los dos estímulos, ni positivos ni negativos.
La mentira, para el psicópata, es una herramienta de
trabajo. La mentira es desvirtuar la verdad ex profeso, con un objetivo
"en mente", con el objeto de conseguir algo. La mentira siempre
apunta a algo. Se miente para evitar un castigo, se miente para conseguir una
recompensa, se miente para engañar a otro. Detrás de la mentira siempre hay un
rédito y esto lo diferencia de la fabulación, que también es una transgresión a
la verdad, pero por el mero hecho de satisfacer el ego. Es lo que utiliza el
fanfarrón.
El psicópata puede sortear todo tipo de normas, pero
no el 100% de las normas, sino sería rápidamente detectado y eliminado del
grupo. Puede sortear las normas, la ley social, y convertirse en un delincuente,
estafador o un revolucionario. Puede no cumplir las leyes éticas, en general,
de la sociedad o puede tener conductas sexuales como la prostitución, la
homosexualidad y cualquier tipo de perversión.
Dentro de las alteraciones de la ética, está su
particular relación con los otros seres humanos, que es la cosificación del
otro, que le permite utilizarlo como una cosa,
como un objeto de intercambio o
de utilidad. Esta cosificación es lo que explica, tal vez, llegar a torturar o
matar al otro.
Hay distorsión en la forma de autoestimulación, por
eso el psicópata a veces cae en la droga y el alcohol.
Algunas conductas psicopáticas pueden parecen
ilógicas (visto desde afuera), pero es perfectamente lógica para el psicópata.
Son lógicas distintas, son sistemas de razonamientos distintos, códigos
distintos y valores diferentes basados en necesidades distintas.
La conducta psicopática puede, ser a veces, de mucha
inestabilidad frente a estímulos objetivamente pequeños (para el normal), o al
revés, el psicópata puede permanecer con una conducta de mucha estabilidad, a
pesar de las fluctuaciones del ambiente, es decir, puede permanecer sereno en
situaciones que desestabilizan a la mayoría.
Descriptor de psicopatía
A los rasgos psicopáticos los reunimos en tres
grupos, A) Los derivados de satisfacer necesidades distintas al común, B) Los
derivados de la cosificación de las personas y C) los actos psicopáticos
graves. Los rasgos del grupo A y B deben ser investigados a través de la
biografía y evaluados.
Hay presunción de psicopatía si presentan rasgos
correspondientes a los subgrupo A1, A2, A3, A4 y al grupo B. Lógicamente, la
presencia de un hecho del punto C señala al psicópata por sí solo.
Concepto: La personalidad psicopática se da en
individuos que deben satisfacer necesidades especiales y para ello hacen un uso
particular de su libertad, valiéndose de códigos propios y utilizando a las
otras personas como cosas.
A.
Satisfacción de necesidades distintas
|
|||
A través de
|
1. Uso particular de la libertad
|
Ejemplos
|
Intolerancia a los impedimentos
|
2. Creación de códigos propios
|
a) Sorteo de las normas
b) Falta de remordimientos y culpa
c) Intolerancia a las frustraciones – reacciones
de descompensación
d) Defensa aloplástica
|
||
3. Repetición de patrones conductuales
|
a) Ritos
b) Automatismos
c) Impulsos
d) Sello psicopático
|
||
4. Necesidad de estímulos intensos
|
a) Asunción de conductas riesgosas
b) Tendencia al aburrimiento
c) Escasos proyectos a largo plazo
d) Uso de drogas
e) Búsqueda de emociones intensas
f) Satisfacción sexual perversa
|
||
B. Cosificación de otras personas
|
|||
A través de
|
1. Egocentrismo
|
Ejemplos
|
Sobrevaloración
|
2. Falta dempatía
|
|||
3. Manipulación
|
a) Seducción (captación de las necesidades del
otro
b) Mentiras
c) Actuación
|
||
4. Coerción
|
|||
5. Parasitismo
|
|||
6. Relaciones utilitarias
|
|||
7. Insensibilidad
|
a) Crueldad
b) Tolerancia a situaciones de tensión
|
||
C. Acto psicopático grave
|
|||
1. Tormenta psicopática
|
Ej.
|
a) Homicidio brutal
b) Masacre
c) Violaciones en serie
d) Otros actos asociales graves
|
|
2. Perversiones sexuales
|
El fracaso lo derrumba. Los momentos de crisis de
los psicópatas son producidos por frustraciones y fracasos. Siempre coloca la
responsabilidad de su fracaso o su frustración, en lo otro, en lo externo
(defensa "aloplástica").
El éxito del psicópata en el medio social, no
asegura que se estabilice. En ocasiones después de mucho esfuerzo, destruyen
todo lo que han hecho, por un acto banal, por un impulso. Esto es
desconcertante para el "normal" que observa esto, que ha seguido toda
la trayectoria y el accionar de la inteligencia de éste hombre exitoso y sin
embargo, por una tontería, destruye todo andamiaje. Los casos resonantes de
personajes internacionalmente importantes, me eximen de más comentarios.
Dentro de los tipos de psicópatas, en su relación
con el sistema, están:
Los que aprovechan
el sistema, para sacar beneficio (estafadores menores, algunos políticos,
especuladores);
Los que confrontan
con el sistema dentro del sistema (delincuentes, estafadores graves,
criminales, políticos extremistas, tanto de derecha como de izquierda);
Aquellos que quieren cambiar el sistema (los que se marginan, y desde la marginación
tratan de romper el sistema).
Cualquiera sea la pertenencia del psicópata en estos
tres grupos, siempre están contra el orden establecido. Hay algo en el
psicópata que le impide aceptar el orden establecido. Así lo vemos al
querellante fatigar tribunales apelando una justicia que nunca termina de
convencerlo. Y si la "justicia" se demora o no es suficiente ¿por qué
no ser él mismo el que la ejecute?
El psicópata pude tener tres tipos de conductas:
a) Accionar
normal: es su parte adaptada al patrón conductal normal. No se le
"nota" la psicopatía.
b) Accionar
psicopático: es la manifestación de sus conductas psicopáticas. La
ejerce sobre determinadas personas, complementarios o víctimas.
c) Tormenta
psicopática: es la conducta psicopática desestabilizada. De gran
inestabilidad emocional y tensión interna, que el psicópata trata de
equilibrarla a través del rito psicopático, grupo de conductas repetitivas (el patrón conductual psicopático). Hay
impulsos y automatismos. Intensa descarga de la tensión interna sobre lo
externo. No puede parar sus acciones hasta lograr reestabilizarse.
La forma que toma esta desestabilización dependerá
del tipo y grado de psicopatía. Aquí es donde se producen los homicidios
seriales o extremadamente crueles, las violaciones, destrucciones y también los
suicidios. Es donde el psicópata de tipo asocial deja su sello, su marca
personal.
El psicópata en general, se justifica a sí mismo en
todas sus acciones. Suele ser acusador y crítico. A la pregunta ¿por qué el
psicópata no sigue las normas? La respuesta es simple, porque las normas no se
ajustan a sus deseos.
Este tipo de personalidades tienen un particular
sentido de la libertad. Ser libre es poder hacer sin impedimentos. Poder optar.
Las trabas a la expansión de la acción, pueden ser internas o externas. Si
estos seres minimizan sus trabas internas (llámese represión, inhibición o
remordimiento) sólo les quedan las trabas externas. Si los impedimentos
externos no están corroborados por la propia lógica ni tienen el peso de los
sentimientos, a qué seguirlos. Se convierten en algo artificioso, armado por
otros. Un como sí lúdico. Un
juego donde se conocen las reglas, los obstáculos, pero en el fondo es todo
fantochada. Es así un jugador sin impedimentos que conoce los impedimentos.
¿No será este uso particular de la libertad lo que
lo hace seductor al apelar a las libertades reprimidas del otro? Tal vez el
psicópata busque detrás de las máscaras, de la imagen, de la
"persona", al "animalito" deseoso y encerrado que todos
llevamos dentro y lo anime a participar en un juego ambivalente de
satisfacciones y angustias.
Es campo de estudio del biólogo la variabilidad de
la especie humana (raro – común); del sociólogo el ajuste del individuo en el
grupo (adaptado – inadaptado); del moralista (religioso, ético) valorar lo
bueno y lo malo; del legista juzgar las responsabilidades; del psicólogo las
motivaciones de la conducta individual. El médico debe limitarse a su estricto
campo que consiste en evaluar si una persona está sana o enferma. Y, el
psicópata, puede ser raro, inadaptado, malvado, delincuente o tener una
conducta incomprensible, pero, no es un enfermo.
Según Nerio Rojas "se da el nombre de constitución psicopática a un
desequilibrio psíquico degenerativo, congénito, de grado leve, pero que da un
tinte anormal a la personalidad. Estas constituciones son formas especiales de
la personalidad psíquica, con predominio de tendencias ya anormales por su
dirección y su grado.
Así se han individualizados las constituciones asténica, emotiva, esquizoide, paranoide,
perversa, ciclotímica, y mitomaníaca. En la constitución perversa las
anomalías son casi exclusivas de los instintos, lo que hace a los sujetos
antisociales y peligrosos.
Son, según Regis: amorales, inafectivos, inadaptados
e impulsivos. Con respecto a las perversiones instintivas Dupré las agrupaba
por el tipo de instinto involucrado. Así los trastornos del instinto de
conservación incluían: suicidio,
suicidio ampliado, prodigalidad, avaricia, toxicomanía, etcétera; los
del instinto de reproducción: satiriasis,
homosexualidad, prostitución, parafilias, etcétera; los del instinto de
sociabilidad: crueldad, egoísmo,
amoralidad, criminalidad, destructividad, inadaptabilidad, etcétera.
La constitución mitomaníaca según Dupré es la
tendencia patológica más o menos voluntaria y consciente a la mentira y a la
creación de fábulas, por el sólo placer de mentir. Tiene tres formas: vanidosa (deseo de llamar la
atención, autoacusación, invención, fanfarronería, simulación de lesiones y
atentados al pudor); maligna
(maliciosa, mistificación, calumnia); perversa
(estafadores, acusaciones, difamaciones públicas).
Para Cesar Lombroso existía una psicología del
delincuente que incluía estos rasgos: insensibilidad moral, falta de compasión,
desprecio por la vida ajena y la propia, inestabilidad y exceso en los afectos,
vanidad, crueldad, voluptuosidad, pereza, toxicomanía, imprevisión, cinismo,
mentiras...
Sobre el concepto de antisocial, o bien como lo
denominaba Schneider "personalidad desalmada", anotamos la
descripción hecha por el profesor Antonio Bruno en su tesis del año 1958 (1),
que siguiendo el criterio de Regis, resume en cinco términos la sintomatología
de este cuadro.
Y ellos son:
1. Inafectividad. Desde niño se observa un desapego
y el carácter disimulado. No manifiesta inclinación por nadie, pero no es
indiferente al afecto que se le brinda. No comprende los afectos y la frialdad
emocional es su signo.
2. Amoralidad. Son insensibles moralmente. Falta el
juicio moral y la noción de ética. Algunos autores como Lombroso dicen que
estas personas también tienen hipoalgesia (mucha tolerancia al dolor físico)
3. Impulsividad.
4. Inadaptabilidad. Son crueles. Hay una tendencia a
lo delictivo y a no respetar las jerarquías. Se molestan con las autoridades.
No respetan los reglamentos escolares. No respetan la jerarquía en los
trabajos.
5. Incorregibilidad. Son incorregibles porque son
insensibles al castigo o al premio.