HELEN TAUSSIG (1898-1986)
EN EL CORAZÓN DE LOS NIÑOS
El 29 de noviembre de 1946 un bebé de
once meses era sometido a un tratamiento pionero en el campo de la cardiología
pediátrica que le salvó la vida. Se aplicaba por primera vez la conocida como
maniobra de Blalock-Taussig para contrarrestar el llamado “síndrome del bebé
azul”. La doctora Helen Taussig, después de largos años de investigación
consiguió importantísimos avances en la cura de enfermedades cardiopáticas
congénitas, no en vano se la considera la fundadora de la cardiología
pediátrica. Helen no lo tuvo nada fácil. A las habituales trabas que se
encontró por ser mujer, se añadieron varias enfermedades que pusieron muy
difícil su camino en el mundo de la ciencia. Aun así, demostró ser una mujer
incansable que superó todas las dificultades convirtiéndose en un puntal de la
medicina pediátrica.
Helen Brooke Taussig nació el 24
de mayo de 1898 en Cambridge, Massachusetts. Helen era la pequeña de los cuatro
hijos de Frank W. Taussig, un reputado economista de la Universidad de
Cambridge, y su esposa Edith Thomas Guild. Cuando Helen tenía nueve años, su
madre fallecía de tuberculosis. La propia Helen estuvo enferma durante mucho
tiempo, además de sufrir dislexia, lo que hizo que sus años de estudios no
fueran un camino de rosas. Esto no impidió que con gran voluntad consiguiera
graduarse en el Cambridge School of Girls en 1917. Durante dos años estudió en
el Radcliffe College, universidad femenina a la que su madre también había
acudido. En 1921 se graduaba en la Universidad de California. A pesar de que ni
en Harvard ni en la Universidad de Boston las mujeres podían graduarse, Helen
asistió a clases de histología, bacteriología y anatomía en ambas
universidades, recibiendo el rechazo de los estudiantes que no veían con buenos
ojos a una mujer en las aulas.
Helen continuó adelante con sus
estudios y en 1925 publicó su primer artículo científico. Dos años después se
graduaba en la Johns Hopkins University School of Medicine de Baltimore, uno de
los pocos centros de enseñanza médica que admitían mujeres. Aquí permaneció
como ayudante en el departamento de cardiología y pediatría durante dos años.
El destino volvió a poner a Helen
una dura prueba en su camino al quedarse sorda y tener que aprender a leer los
labios y a utilizar sus dedos para suplir el estetoscopio.
Mujer incansable, Helen pasó años estudiando e investigando la anoxemia, o síndrome del bebé azul, hasta conseguir diseñar un protocolo pionero en cardiología pediátrica que recibió el nombre de Blalock-Taussig. En 1946, tras haber realizado con éxito la primera intervención con éxito relacionada con el síndrome del bebé azul, Helen fue nombrada profesora asociada del Johns Hopkins University School of Medicine y en 1959 recibiría el cargo de profesora titular que mantendría hasta 1963. En 1947 publicó un libro en el que plasmó todas sus investigaciones acerca de las malformaciones congénitas del corazón.
Helen Taussig tuvo también un
papel determinante en advertir de los peligros de la Talidomida, una medicina
que se daba a las mujeres embarazadas y con el tiempo provocó graves
malformaciones en los niños.
Un accidente de coche sesgó la vida de esta científica incansable el 20 de mayo de 1986, a la edad de 88 años. A pesar de su avanzada edad, Helen se encontraba entonces investigando sobre los defectos cardíacos congénitos.
Además de sus importantísimos aportes al mundo de la medicina, Helen Taussig recibió importantes reconocimientos, como la Medalla Presidencial de la Libertad que el presidente norteamericano Lyndon B. Johnson le entregó en 1964. Varios centros universitarios y médicos de los Estados Unidos llevan su nombre.