DR. JAMES
BARRY / MARGARET ANN BULKLEY
EL DÍA DE SU
ENTIERRO, SU CUERPO REVELÓ LA VERDAD. DURANTE 50 AÑOS MANTUVO OCULTO EL SECRETO
DE SU IDENTIDAD
El siglo XIX fue
testigo de la vida de uno de los doctores más famosos de su época. Sin embargo,
sus aportes a la medicina moderna fueron opacados al descubrirse un increíble
secreto después de su muerte.
Sus principales logros
se relacionaron con descubrir el rol de la higiene en la medicina.
Gracias a ello, logró que los niveles de supervivencia de sus pacientes se
dispararan a números nunca antes vistos. De hecho, señaló la relación entre las
cañerías sucias con materia fecal y las enfermedades y, de esa manera, detuvo
la terrible expansión de cólera y lepra que azotaba al continente africano.
Además, fue el primer
doctor en llevar a cabo una cesárea exitosa en donde ambos, tanto la madre
como el bebé, lograron sobrevivir.
Sin embargo, luego de
su muerte en el año 1865, la enfermera a cargo de preparar su cadáver se llevó
una escandalosa sorpresa al levantar las sábanas...
James Miranda Barry no
existe en ningún registro anterior a su inscripción en la Universidad de
Edimburgo.
Allí se destacó como
alumno y fue uno de los pocos que se graduó de la prestigiosa escuela de
medicina. Luego, estuvo trabajando como voluntario y tomando clases día y noche
para hacerse cirujano.
Cuando estuvo listo
con los estudios, ingresó al cuerpo de cirujanos del ejército y trabajó en
distintos países que en ese minuto eran colonias del Imperio Británico.
Jamaica, India, Crimea, Sudáfrica, entre otros, se encuentran entre los lugares
adonde fue y en donde adquirió gran renombre gracias a su excelente labor como
médico.
Prácticamente creó
hospitales en lugares en donde antes no había nada, frenó la expansión de
cólera debido a la falta de higiene y realizó múltiples y exitosas operaciones.
Llegó a obtener el
rango más alto que puede obtener un doctor militar: Inspector General de
Hospitales, además de ser amigo cercano del gobernador Charles Somerset.
Pero nada de eso
importó cuando se descubrió la verdad sobre su vida, ya que cuando la enfermera
que preparaba el funeral levantó la sábana que lo cubría, descubrió lo
impensado: ¡James Barry, el famoso doctor de la armada británica, había sido
una mujer!
TAL COMO LO
LEISTE. El lado B de esta historia es alucinante, y empieza así: el nombre real
de James Barry der Margaret Ann Bulkley, una chica nacida en 1789 en Country
Cork, Irlanda.
Su tío, James
Barry (si, de ahí proviene su nombre) y amigo muy cercano de él, el político,
ideólogo y general revolucionario venezolano Francisco Miranda, creyeron en las
aptitudes de Margaret para ser doctora. Sin embargo, como estaba prohibido para
las mujeres estudiar medicina, idearon un descabellado plan: la harían pasar
por hombre.
Su tío le dio el
nombre y Francisco Miranda le prometió que cuando terminara los estudios la
llevaría a Venezuela, donde podría libremente ejercer como mujer. Pero
desgraciadamente, Mirnanda fue apresado por los españoles en Cádiz y murió poco
después. A partir de entonces, Margaret tuvo que ocultar su verdadera identidad
para siempre.
Margaret tomó la
decisión de unirse al ejército e irse a otros países para no ser descubierta en
su país. Allí logró ocultar que era mujer, aunque solía meterse en líos por su
carácter. Incluso tuvo un duelo de pistolas contra alguien que osó poner en
duda su hombría. De hecho los rumores de que mantenía una relación homosexual
con el gobernador Charles Somerset arruinaron la vida política de este último.
El escándalo que
causó el descubrimiento de la verdadera sexualidad del afamado cirujano opacó
lo éxitos que esta increíble mujer logró en el área de la medicina. Todos
gracias a su increíble capacidad de comprender la importancia de la higiene y
la esterilización para la medicina.
En 1984 volvió a
Inglaterra por su mala salud y murió al poco tiempo. Hoy rescatamos su legado:
Margaret Ann Bulkley (O James Barry) fue la primera mujer médico de Gran
Bretaña.
Gracias a su
valentía, logró valiosísimos avances para la medicina moderna. Su
determinación, habilidad, fortaleza y determinación e inteligencia no deben ser
olvidados.
¡Ah! Y la
enfermera no solo descubrió que era mujer, sino que, a juzgar por las macas en
su estómago, también había sido madre. ¿De quién? Pues no lo sabemos. El
misterio quedará para siempre oculto entre los pliegues de la historia junto
con tantos otros.
DR. JAMES BARRY / MARGARET ANN BULKLEY
En julio 1865, en Londres, se le
encomendó a una mujer llamada Sophia Bishop preparar el cuerpo de un eminente
médico que acababa de fallecer de disentería. Se trataba de James Barry, que
había alcanzado el altísimo rango de Inspector General de Hospitales Militares
del ejército británico.
Sophia descubrió entonces que el Dr. James Barry era una mujer y tenía estrías en su cuerpo, un indicio de que había dado a luz un niño. Sophia no dio a conocer la información hasta después del funeral. La historia acaparó los titulares durante un tiempo, pero no había pruebas concluyentes.
La vergüenza institucional impuso
un embargo sobre el historial militar del Dr. Barry durante 100 años.