HISTORIADORAS
ELIZABETH FRIES LUMMIS ELLET (1818-1877)
En la biografía de Elizabeth Fries
existieron luces y sombras. Las luces: pasar a la historia por convertirse en
la primera historiadora norteamericana en rescatar del olvido el papel de las
mujeres durante la Guerra de la Independencia de los Estados Unidos y ser una
acérrima defensora del papel de las mujeres en la sociedad. Las sombras: haber
protagonizado truculentos y oscuros escándalos con escritores de la talla de
Edgar Alan Poe. Elizabeth fue una escritora prolífica, que publicó muchas obras
de distintas temáticas y géneros y que se relacionó con los principales nombres
de la literatura del siglo XIX neoyorquino.
Elizabeth Fries Lummis Ellet nació el 18
de octubre de 1818 en Sodus Point, Nueva York. Su madre, Sarah Maxwell era hija
de un destacado capitán de la Guerra de la Independencia y su padre, William
Nixon Lummis era un doctor reconocido. Elizabeth estudió en el Seminario
Femenino de Aurora y con tan sólo dieciséis años publicó su primera obra, una
traducción de Eufemio di Messina. Poco después, veía la luz su primer libro
propio, Poemas, traducidos y originales donde se incluía la tragedia de cinco
actos Teresa Contarini, que tuvo mucho éxito cuando fue interpretada en Nueva
York.
Con tan sólo diecisiete años contrajo
matrimonio con un químico neoyorquino llamado William Henry Ellet y poco
después se mudaron a vivir a Carolina del Sur por razones laborales de su
marido. Mientras William se ganaba la vida como profesor en la universidad,
Elizabeth publicó un número importante de libros de distintos géneros, desde
poseía, relatos históricos y descripciones de viajes y colaboró en distintos
periódicos locales.
Pero la que fue posiblemente su obra más
importante fue sin duda una amplia historia de las mujeres durante la Guerra de
Independencia de los Estados Unidos. A partir de cartas personales, periódicos
y entrevistas a algunas de las protagonistas de la contienda, expuso la vida de
las mujeres mientras los hombres luchaban en el frente, convirtiéndose en la
primera escritora e historiadora en dar voz a la visión femenina de la guerra.
La primera edición salió a la luz en
1848, unos dos años después de iniciar el ambicioso proyecto. Los dos volúmenes
de Las mujeres de la revolución americana, se convirtieron en tres en 1850 con
una edición de material adicional. Tal fue el éxito que tuvo la obra y el
reconocimiento de la crítica.
Tumba de Elizabeth
Hasta el final de sus días, Elizabeth
continuó escribiendo sobre las mujeres, su historia, la vida privada e incluso
publicó un manual de seiscientas páginas sobre economía doméstica.
Su fama y reputación se vería sin
embargo ensombrecida por un turbio episodio vivido años antes en Nueva York.
Poco tiempo antes de iniciar su gran proyecto literario, Elizabeth se había
trasladado a Nueva York donde participó en encuentros con escritores como
Margaret Fuller, Frances Sargen Osgood y Edgar Alan Poe. Estos dos últimos y su
supuesta relación amorosa fueron el origen de un escándalo que parece ser sacó
la propia Elizabeth a la luz y en el que ella misma se vio implicada como
posible amiga especial del gran escritor.
La rocambolesca historia derivó en
acusaciones de locura hacia Poe por parte de Elizabeth que fueron secundadas
por los enemigos del literato. Tal fue la situación, que cuando la esposa de
Poe, Virginia, fallecía tras un mortal deterioro de su salud, esta la acusó de
haber sido su asesina. Parece ser que Elizabeth habría enviado anónimo a la
señora Poe informándole de los amoríos extraconyugales de su esposo.
Elizabeth Fries Lummis falleció el 3 de
junio de 1877 de la enfermedad de Bright.
BAN ZHAO (45-116)
En el siglo I d.C. el mundo occidental
conocía el lejano y desconocido mundo de oriente gracias a la Ruta de la Seda.
En aquellos primeros tiempos de la era cristiana, la dinastía Han llevaba más
de dos siglos reinando en China. En aquel tiempo, una mujer escribió uno de los
capítulos de la intelectualidad femenina más importantes de la historia de
oriente.
Entre la nobleza y la erudición
Ban Zhao nació alrededor del año 45 en
Fufeng, un poblado situado en la provincia de Shaanxi. Ban Zhao tuvo la suerte
de nacer en el seno de una familia de nobles intelectuales e influyentes. Su
padre, Ban Biao, era un famoso historiador. Tenía un hermano general, Ban Chao,
y otro hermano también historiador, Ban Gu, quien continuó el trabajo histórico
de su padre en la redacción del conocido como Libro de Han, la primera
biografía de la dinastía reinante y que ella se encargaría de terminar años
después.
A pesar de haber nacido mujer, Ban Zhao
tuvo a su disposición un gran número de obras históricas, filosóficas y
científicas. No desaprovechó este excepcional acceso a la cultura y pronto
mostró una gran pasión por la lectura y el conocimiento.
La Venerable Dama Cao
Ban Zhao tenía 14 años cuando se casó
con Cao Shishu, un residente local con el que hizo su incursión en la corte,
donde fue conocida como la Venerable Dama Cao. Allí no sólo destacó por su
erudición sino que se convirtió en la maestra y gran confidente de la
Emperatriz, Dowager Deng Sui, quien lloraría sinceramente su muerte años
después.
Cuando Ban Zhao quedó viuda decidió
dedicar su vida a sus hijos y al estudio. Astronomía, geografía, historia,
filosofía, fueron campos que Ban Zhao dominó rápidamente a la perfección,
siendo respetada por su gran sabiduría.
Lecciones para mujeres
Además de algunas poesías y ensayos, dos
son las principales obras que se conservan de Ban Zhao. Una de ellas es
conocida como las Lecciones femeninas, un interesante libro sobre su visión de
las mujeres y el papel que debían ejercer éstas en el seno del matrimonio y de
la sociedad. Además de ser sumisas, Ban Zhao defendía la inteligencia y el
conocimiento en las mujeres para poder servir mejor a sus maridos. A pesar de
una primera impresión negativa para la mujer, Ban Zhao planteaba una vida de
silencio y trabajo para llegar a conseguir un buen matrimonio y una mejor
viudedad, algo más común entre mujeres que entre hombres. Las viudas con una
importante herencia eran sin duda las mujeres que mejor podían vivir en
libertad y tener una cierta influencia social, no sólo en la China del siglo I
sino en muchas sociedades occidentales hasta hace relativamente poco tiempo.
La historia dinástica
Ban Zhao completó el trabajo de su padre
y después su hermano Ban Gu, quienes murieron sin haber terminado su historia
sobre la dinastía Han, el conocido como Libro de Han. Ban Zhao se convertía así
en la primera historiadora de China.
En memoria de la historiadora
La muerte de Ban Zhao alrededor del año
120 fue llorada por muchos de sus seguidores, entre ellos la emperatriz, quien
no sólo se vistió de luto por su maestra, sino que llegó a organizarle un
funeral de Estado.
ANA COMNENO (1083-1153)
Una joven princesa
bizantina fue testigo de excepción de la llegada a sus tierras de unas extrañas
e ingentes masas de hombres provenientes del occidente europeo que iban a
protagonizar las primeras cruzadas. Ana Comneno relató aquel momento crucial de
la historia en La Alexiada, una obra dedicada al reinado de su padre
convirtiéndose así en la primera historiadora conocida.
La primogénita
Ana Comneno nació el 2 de
diciembre de 1083. Era la primogénita del emperador bizantino Alejo I Comneno y
la emperatriz Irene Ducas.
Ana recibió una amplia
formación en literatura, geografía e historia convirtiéndose en una joven sabia
y erudita.
En 1097, con 14 años, Ana
se casó con el noble César Nicéforo Briennio, una relación que duró más de 40
años y de la que nacieron cuatro hijos.
La conspiradora
A pesar de que Ana tenía
un hermano cinco años menor que ella siempre había pensado que heredaría el
trono de su padre. Así, cuando en 1118 Juan ascendió al trono como Juan II
Comneno, Ana no dudó en conspirar contra él para sustituirlo por su propio
marido. Ayudada por su madre, Ana no tuvo éxito, en parte por el débil carácter
del mismo Nicéforo quien en varias ocasiones se negó a colaborar en la empresa.
Tras varios intentos
infructuosos, Ana fue condenada a renunciar a sus propiedades y a marchar
exiliada a un monasterio, donde la acompañarían su madre y su hermana Eudoxia.
Mientras, su esposo Nicéforo, permanecería en palacio al lado de su cuñado
ejerciendo como fiel consejero imperial.
La historiadora
En su tiempo de exilio Ana
continuó sus estudios y se decidió a iniciar una amplia historia sobre el
reinado de su padre conocida como La Alexiada (1148). A lo largo de 15 tomos,
Ana describió más de 30 años de la historia de Bizancio y de su relación con
occidente.
El periodo que abarca La
Alexiada (1081-1118) engloba el paso de los primeros cruzados por Bizancio
hacia Tierra Santa. A pesar de ser una niña cuando empezaron a llegar los
primeros caballeros y peregrinos con la intención de recuperar Jerusalén, Ana
recordó a su manera aquellos momentos clave: Ana explica el origen de las
Cruzadas de una manera vaga y fantasiosa, en un estilo que sorprende bajo la
pluma de un historiador serio: un estilo de cuento popular1. Ana atribuyó el
inicio de las cruzadas a Pedro el Ermitaño quitándole todo el protagonismo al
papa Urbano II. A pesar de esa visión más o menos velada, la historiadora
racionalista y algo cínica2, puso de relieve los intereses poco piadosos de
muchos de los jefes cruzados que había conocido en su infancia.
Aun siendo una crónica
defensora del reinado de su padre en detrimento de los poderes occidentales,
Ana dio a la historia medieval la única visión griega de los primeros años de
las cruzadas.
Además de su visión
política de las cruzadas, Ana ofreció un testimonio detallado de las prácticas
guerreras de aquel siglo.
Parece ser que Ana murió
cinco años después de escribir La Alexiada. Ana Comneno no consiguió su
principal objetivo de reinar como emperatriz al lado de su esposo pero su
fracaso político la llevó a convertirla en la primera mujer en relatar con su
propia mano uno de los momentos más fascinantes de la historia medieval, el
inicio de las cruzadas.