Kaloian Santos Cabrera
Concha Buika,
Sentimental y amorosamente encabronada


Su nombre completo es María Concepción Balboa Buika pero ella, española de nacimiento, de raíz negra y criada en un barrio gitano, conquistan con el nombre de Concha Buika y su voz, alma y espíritu.
Ayer, por defender sus derechos y la de sus compañeros de música, Buika suspendió un concierto en uno de los teatros más afamados de Buenos Aires.

Pero no se quedó en las cotidianas disculpas por motivos ajenos a su voluntad sino que apareció en otra sala e hizo su concierto pero de forma gratuita. 

La noticia de la improvisada presentación, armada en menos de dos horas, corrió en las redes con una velocidad pocas veces antes vistas. La sala de cámara, en la USINA del Arte, en Buenos Aires, se repletó y hasta quedó público afuera.

Concha, sin más maquillaje que su alma, entró a escena y estallaron los aplausos. La cantante no pudo contener la emoción y rompió en llanto. 

"Quisieron acallar mi voz pero acá estamos", dijo entre lágrimas esta diosa de ébano, levantando una copa con ron como bendiciendo y agradeciendo al público que, a pesar de los inconvenientes, la abrazaba con aplausos.

Así comenzaba uno de los conciertos más sinceros, potentes y viscerales que yo haya visto y fotografiado jamás. Por más de dos horas, Concha regaló gran parte de su diverso repertorio, ese con el que traspasó fronteras y rompió tantos esquemas.

Hace unos días, en La Nación, leí una entrevista que le hizo la colega Silvina Ajmat a Buika, a propósito de su visita a Argentina.

Comparto un fragmento de la misma porque nos ayudaran a querer, aún más, a Concha Buika
¿Cómo vivís vos la maternidad?

-Es muy difícil criar a un hijo que ha estado todo el día en contacto con el mundo exterior. Es un panorama tan nefasto el que nos cuentan en el noticiero. Después de toda la información, es muy difícil acostarles todas las noches contando que el mundo es
así. Con mi hijo yo era igual que mi mamá. Traté de que no pierda el tiempo en ayudar a personas que no quieren hacer nada por los demás. Que esté a favor de los que estén dispuestos a hacer algo por los otros.

¿Cómo te trata el mundo de la música?

-Soy un bicho un poco curioso. Yo fui a por la música. Me emperré. Cuando una mujer se encabrona, no hay nada que pueda con ella.
El problema es que las mujeres no nos encabronamos.
Siempre somos más de lo que cuentan de nosotras.
Nos pasa mucho.

Conviértete en la mejor. Lucha en tu corazón por ser la mejor.
Luego no importa.
Pero tienes que luchar por ser la mejor, olvídate de machismos.
Lucha por ser la mejor.
No te calles tus derechos.
Si alguien te trata mal, reacciona, si tienes una opinión diversa, dila,
es tu lucha.

Pero en un mundo dominado por los hombres, como lo es el de la industria musical, ser la mejor no basta...

-Son tiempos en que a las mujeres nos toca luchar. Yo tuve muchas dificultades porque no estuve preparada como Dios manda.
Tú tienes que presentarte delante de tus músicos preparada. El problema de muchas mujeres artistas, no las culpo, es que no están preparadas.

El tiempo de la música ha cambiado, tienes que tener capacidad,
tener información, no es tiempo de dejarlo en manos de un mánager salvador.
Tienes que saber dirigir tu carrera como diriges tu voz. Empiecen a tomar las riendas de sus producciones.
El dinero está muy bien, y los productores famosos, pero a veces
representa el miedo, la dependencia, la debilidad.
Yo no tengo dinero, pero tengo poder.
Que no significa que no tenga miedo.

¿Cuáles son esos miedos? ¿Cómo es ser una mujer que toma las riendas?
-Nos han hecho tener miedo al poder, a la evolución. Una mujer con poder era como vaticinar desastres.
 Hace poco estuvimos en un festival y una comadre nos atendió
fantásticamente, era dueña de un hotel, una chavala de veinte pocos.
Nos contó que tuvo que renunciar a todo para tener ese puesto.
A su pareja también.
¿Qué hombre quiere estar con una mujer que nunca está? Para ellos es muy fácil.
¿Te parece que las mujeres no toman el poder por temor al rechazo de los hombres?

-Han sido muchas puñaladas sociales. En muchas religiones si tú eras cantante, eras una pecadora.
Querer seguir siendo una persona de fe y tener tu libertad para decidir, por ejemplo, no fumar marihuana, no para que no digan que si fumo soy una cualquiera, sino porque no quiero fumar.
¿Se entiende? Nos hemos metido en un problema y hemos ido robotizando el comportamiento en pos de lo que la sociedad dice.
Es la educación que nos han dado.

Cuando un hombre habla alto y claro, tiene muy claro lo que quiere y
cómo conseguirlo, y lucha por ello con dos buenos cojones, dicen de él: "Qué pedazo de tío". Cuando una mujer hace lo mismo, es una mujer con carácter.

¿Qué es para vos el feminismo?

-Mira, yo tengo hermanos, hijo, los hombres me gustan, tengo compadres, pero esta especie de exageración de la palabra feminismo ha hecho que temblemos cuando pensemos en ella.

Feminismo es ese ser maravilloso que abraza a los seres vivos del
planeta y que ha sido capaz a lo largo de la historia de acabar con odios raciales sin necesidad de levantar una sola arma.
Así de maravillosas somos.  

Entonces ¿creés que el feminismo puede traer un mundo mejor? ¿Sin violencias?

-Claro que sí. Anima a que cada día seamos más. Soy productora y la dueña de mi empresa.
La verdad, honestamente, la mujer está preparada para el poder en todos los ámbitos del mundo, en cualquier entidad, de corazón.
Es hasta cuánto tú quieras dejar crecer tu corazón, si lo dejas, estás para todo.